Se que son muchas las personas que cuando su doctor les comunica que tienen cáncer, lo primero que hacen, o hemos hecho, es recurrir a Internet. Nada más peligroso que esto. Todos los que me habéis leído cuando hablo de cáncer sabéis que siempre hablo de doctores, no de Internet. Digo esto porque me ha llegado, y no es la primera vez, una noticia a través de una de estas Redes Sociales (aunque supongo que es una cadena que circulará en sus múltiples formas, incluyendo al Facebook y el e-mail), que dice que el DCA se ha quedado atascado porque a la industria farmacéutica no le interesa, porque les hará perder dinero, porque no quieren curar sino cronificar, que sí, hay una cura nueva contra el cáncer pero nadie le hace caso.
El DCA (dicloroacetato), es un compuesto químico que ha sido utilizado por primera vez en la investigación contra el cáncer por el Dr. Evangelos Michelakis arrojando resultados sumamente esperanzadores.[ver noticia oficial] A grandes rasgos, parece "revivir" a las mitocondrias de las células cancerígenas de manera que al cambiar su metabolismo las células cancerígenas mueran sin que lo hagan las células sanas. Y que de esta forma su curación es muy rápida, efectiva y barata..
Y es aquí donde yo digo que esto aun no es verdad.
La cuestión es, que la investigación biomédica tiene que pasar por varias fases. En sus inicios está la investigación bioquímica (una molécula nueva, que se prueba en cultivos de células vivas). Una vez elaborada esa parte, pasamos a las células de animales y humanas y, si los animales más supuestamente parecidos al ser humano (mamíferos) no se mueren o sufren graves consecuencias, tras mucho debate y diseño de estudios, pasamos a los grupos de humanos que se hayan atrevido a participar voluntariamente. Si esta fase de prueba es satisfactoria, la empresa farmacéutica le proporciona estos datos a la Administración de Drogas y Alimentos
(FDA, por sus siglas en inglés)
Participación como voluntario En las pruebas de investigación clínica participan muchas personas distintas. Cada prueba tiene criterios muy específicos que deben cumplir los voluntarios. Algunos ejemplos de estos criterios son: el sexo, la edad, el tipo de afección médica, el medicamento/tratamiento previo y la gravedad de la afección médica.
Los voluntarios pueden recibir tratamientos experimentales que tal vez no se encuentren a disposición del público en general hasta dentro de varios años. Y esta es una prueba de ello: abc.es/2011
Porque si no, no conocemos los efectos secundarios ni la dosis mínima a la que el nuevo fármaco es eficaz, contra qué exactamente es eficaz, que interacciones tiene con otros medicamentos y enfermedades y, muy importante, su dosis tóxica. El gran problema y preocupación de este señor (el Dr. Michelakis) y otros investigadores, es que se ha expandido ese bulo polémico por ahí, exaltando a los pacientes con cáncer y sus familiares y, peor aún, inflando un mercado negro emergente de DCA. Los pacientes lo compran a escondidas, por internet, en páginas web, lo usan a la dosis que se les antoja sin saber si funcionará o no o sus efectos secundarios. Y esto, es muy peligroso (o, por lo contrario, puede no servir de nada si la dosis aplicada no es suficiente).
En resumen, lean con cuidado y dos veces (o más) cuando les llegue una noticia tan supuestamente genial y un lado tan sumamente negativo, que solo busca encender los ánimos. Porque yo creo (y solo es una opinión personal) que si tuviera que haber alguien tras esos rumores, serían los mismos responsables del mercado negro de DCA que se aprovechan de la gente y su miedo y desesperación para ganarse un montón de dinero sin importarles las consecuencias que ello pueda tener sobre los propios pacientes.
Y, como conclusión, que se sigue investigando sobre el DCA, que nadie ha bloqueado su camino, que sabremos, tarde o temprano, hasta qué punto es efectivo y los detalles sobre su aplicación.
Aprovechando que estamos en pleno verano os dejo este video. Vale la pena.