luis pastor |
Los que tenemos una cierta edad, y vivimos
en primera persona aquellos años en los que luchábamos contra el poder
establecido de una dictadura, llenos de una fuerza vital de un
verosímil plan, proyecto y/o
utopía, con el propósito de conquistar una sociedad más libre y apostando por
la igualdad de todos los ciudadanos que acudíamos a las salas de arte y
ensayo, y el seguimiento a conciertos seudoclandestinos de los denominados
CANTAUTORES, lo que se denominó canción protesta con canciones comprometidas,
los que corriamos delante de un "gris". Los que buscabamos noticias, sobre todo del extranjero.
El arranque de la canción de autor en España se sitúa en el año 1956, cuando Paco Ibáñez, exiliado en París, decide
ponerle música al poema La más bella niña,
de Góngora. Medio siglo da para
mucho y Fernando González Lucini lo
resume en más de mil páginas en...Y la palabra se hizo música (Fundación
Autor), dos volúmenes redactados con aires enciclopédicos que van de Paco Ibáñez a Javier Álvarez o Albert Pla,
ordenados por áreas geográficas.
Seria muy largo de contar las historias de
los cantautores españoles o fuera de España de aquellos tiempos. Ahora solo voy
a hablar de los que, por ser de aquí, eran los que más podía seguir. El fenómeno de la ‘Nova Cançó’[nueva
canción] se enmarca dentro del conjunto de iniciativas encaminadas a la
recuperación de la lengua y la cultura catalanas que surgen en Cataluña al
principio de la segunda mitad del franquismo –en las postrimerías de los 50 y,
sobre todo, a inicios de los 60]. Entre los proyectos culturales que coinciden
con la ‘Nova Cançó’, sobresalen la revista ‘Serra d’Or’, de 1959; el sello
discográfico Edigsa, la entidad Òmnium Cultural, la revista infantil ‘Cavall
Fort’ –los tres de 1961– y Edicions 62, cuyo nombre ya indica el año en el que
nació.
Entre los precedentes de la ‘Nova Cançó’[nueva canción], prevalecen la tarea de
difusión y traducción del cantautor francés Georges Brassens llevada a cabo por el escritor Josep Maria Espinàs a finales de los 50
El artículo ‘Ens calen cançons d’ara’
[Necesitamos canciones de ahora], que
Serrahima publicó en 1959 en ‘Germinabit’, embrión de ‘Serra d’Or’,
es considerado el manifiesto fundacional de la ‘Nova Cançó’; el abogado pedía que los músicos catalanes
compusieran canciones en catalán a pesar de los ‘momentos difíciles’ que
atravesaba la nación. Paralelamente, también en 1959, el cantautor valenciano Raimon, que desconocía la campaña,
componía la mítica ‘Al vent’. El
llamamiento aglutinó enseguida a autores e intérpretes: tras el éxito de los
primeros recitales conjuntos de 1961 en el Centre
Comarcal Leridano de Barcelona, Miquel Porter, Remei Margarit y Espinàs
fundaron ‘Els Setze Jutges’ [los dieciséis jueces]. En 1962, Els Setze
Jutges adoptaron nombre y favorecieron el debut de Raimon.
Al grupo de intelectuales inicial se
añadieron los cantantes catalanes, valencianos o baleares que despuntaban;
fueron, en este orden, Delfí Abella,
Francesc Pi de la Serra, Enric Barbat, Xavier Elies, Guillermina Motta, Maria
del Carme Girau, Martí Llauradó, Joan Ramon Bonet, Maria Amèlia Pedrerol, Joan
Manuel Serrat, Maria del Mar Bonet, Rafael Subirachs y, en 1967, Lluís Llach,
el decimosexto y último ‘jutge’ [juez]. Tal como habían previsto, los pioneros
se retiraron a medida que algunos de los nuevos miembros, ya profesionalizados,
se daban a conocer con el apoyo del colectivo e iniciaban carreras en
solitario. Alcanzarían una gran popularidad –y, en algunos casos, repercusión
internacional– Pi de la Sierra, Motta,
Maria del Mar Bonet, Llach y, sobre todo, Serrat.
A pesar de las dificultades de edición y
difusión impuestas por el franquismo, la ‘Nova Cançó’ se convirtió en un
auténtico fenómeno de masas a partir de sus primeros discos, de 1962; el
primero fue ‘Espinàs canta Brassens’.
También desde el primer momento se manifestó en géneros diversos y en dos
tendencias diferenciadas: por un lado, la canción de autor, protestataria o
folk; por el otro, la popular, bailable o ‘profesional’, sin connotaciones
políticas. La primera canción protesta en catalán fue ‘A la vora de la nit’ [En
el límite de la noche], de Espinàs, que en 1963 ganó la primera edición del
Premio del Disco Catalán. El mismo año Raimon
y Salomé ganaron el 5º Festival de la Canción Mediterránea, retransmitido
por la televisión y la radio públicas españolas, con una canción en lengua
catalana, ‘Se’n va anar’ [Se fue].
La ‘Nova Cançó’ recibió otro empuje
mediático a partir de 1964 gracias a ‘Radioscope’, un programa dirigido y
presentado por el radiofonista Salvador Escamilla y difundido por las emisoras
catalanas y baleares de la SER. El espacio dio a conocer a Serrat, que se convertiría en el decimotercer ‘juez’ en 1965. De
manera simultánea al avance de ‘Els Setze Jutges’, aparecieron dos figuras
importantes del movimiento: el mallorquín Guillem
d’Efak y la barcelonesa Núria Feliu.
D’Efak fue el primer artista editado por la nueva discográfica Concèntric,
creada en 1965 por un grupo liderado por Ermengol Passola como escisión de
Edigsa, el otro gran sello del movimiento, presidido por Josep Espar Ticó.
Concèntric fue el caldo de cultivo del
local barcelonés La Cova del Drac, otro de los altavoces del fenómeno.
La proyección exterior de la ‘Nova Cançó’
se inició en 1966. Una de sus voces más distintivas, Raimon, actuó en el Olympia de París; la grabación del concierto
consiguió el Premio Francis Carco al mejor cantante extranjero de la Academia
del Disco Francés. Poco después, el cantautor ofreció un recital ante más de
4.000 personas en el Instituto Químico de Sarrià, el primer acontecimiento
masivo de la ‘Nova Cançó’. Tampoco quiero olvidar a Lluis Llach en el
Olimpia de Paris.También en 1966, ‘Els Setze Jutges’ –entonces 13– cumplían
cinco años con la edición de su único disco colectivo, ‘Audiència pública’, y
con la incorporación de Maria del Mar
Bonet, la decimocuarta ‘jueza’.
Al
año siguiente, Serrat conseguía, por primera vez, que una pieza en catalán,
‘Cançó de matinada’ [Canción de madrugada], fuera la más radiada en toda España,
debutaban Llach y el valenciano Ovidi Montllor
y la internacionalización del movimiento se reafirmaba: un grupo de cantantes
lo representaban en el primer Mercado Internacional del Disco y la Edición
Musical (MIDEM) de Cannes, Núria Feliu actuaba en Nueva York y Raimon
participaba en Cuba en el I Encuentro Internacional de la Canción Protesta. Con
la circunstancia de que, con Subirachs y Llach, ‘Els Setze Jutges’ ya eran 16,
un concierto colectivo los reunió por primera y única vez.
La
música de Serrat, Raimon y Luis Lach han logrado popularizar a Miguel
Hernández, Antonio Machado, Miquel Marti i Pol, Màrius Torres (Cançó a
Mahalta), Pere Quart (Corrandes d'exili), Joan Fuster (Criatura dolcíssima),
Josep Maria de Sagarra (Vinyes verdes vora el mar), Joan Salvat-Papasseit (La
casa que vull), Josep Maria Andreu (Temps i temps) y Constantin Kavafis (Itaca),
Las Palabras
para Julia de Goytisolo siguen sonando
sobrecogedoras en la voz de Paco Ibáñez que estuvo ligada al activismo
antifranquista, a la denuncia de la situación de los colectivos más
desfavorecidos (campesinos, obreros, emigrantes), a la reivindicación cultural
popular, al rescate de poetas prohibidos por el régimen de Franco, así como a
poetas regionales, y, dependiendo de la región, al rescate de lenguas
prohibidas y dialectos soterrados por el régimen bajo la idea de la España
única. dialectos que su misma gente no la ha querido. Otra canción fantàstica del
poeta Cernuda, cantada por Paco Ibañez es, - La
poesia es un arma cargada de futuro.
Creo que me podría extender mucho más. Aunque
no quiero olvidarme de Victor jara, ni sobre todode Luis Pastor
En muchas ocasiones me he preguntado Que
fué de los Cantautores?, y
buceando en la red me he encontrado con la respuesta:
Qué fue de los cantautores
Éramos tan libertarios,
casi revolucionarios,
ingenuos como
valientes,
barbilampiños sonrientes
—lo mejor de cada casa—
oveja negra
que pasa
de seguir la tradición
balando a contracorriente
de la isla al
continente
era la nueva canción.
Éramos buena gente,
paletos e inteligentes,
barbudos
estrafalarios,
obreros, chicos de barrio,
progres
universitarios,
soñando en una canción
y viviendo la utopía
convencidos
de que un día
vendría la Revolución.
Aprendiendo a compartir
la vida en una sonrisa,
el cielo en una
caricia,
el beso en un calentón.
Fuimos sembrando canciones
en esta
tierra baldía
y floreció la poesía
y llenamos los estadios
y en muchas
fiestas de barrio
sonó nuestra melodía.
Tardes y noches de gloria
que cambiaron nuestra
historia.
Y este país de catetos,
fascistas de pelo en pecho,
curas y
monjas serviles,
grises y guardias civiles,
funcionarios con bigote
y
chusqueros de galón,
al servicio de una casta
que controlaban tu
pasta
tu miedo y tu corazón.
Patriotas de bandera,
españoles de primera,
de la España
verdadera
aquella tan noble y fiera
que a otra media asesinó
brazo en
alto y cara al sol
leales al Movimiento
a la altura y al talento
del
pequeño dictador
que fue Caudillo de España
por obra y gracia de Dios.
Toreando en plaza ajena
todo cambió de repente
los políticos al
frente
de comparsa y trovador.
Se cambiaron las verdades:
“tanto vendes
tanto vales”.
Y llegó la transición:
la democracia es la
pera.
Cantautor a tus trincheras
con coronas de laureles
y distintivos
de honor
pero no des más la lata
que tu verso no arrebata
y tu tiempo
ya pasó.
¿Qué fue de los cantautores?
preguntan con aire extraño
cada cuatro o
cinco años
despistados periodistas
que nos perdieron la pista
y
enterraron nuestra voz.
Y así van para más de treinta
con la pregunta de
marras
tocándome los bemoles.
Me tomen nota señores
que no lo repito
más:
algunos son diputados,
presidentes, concejales,
médicos y
profesores,
managers y productores
o ejerciendo asesoría
en la Sociedad
de Autores.
Otros están y no cantan,
otros cantan y no están.
Los hay
que se retiraron,
algunos que ya murieron
y otros que están por nacer.
Jóvenes que son ahora
también universitarios,
obreros, chicos de
barrio
que recorren la ciudad.
Un CD debajo el brazo,
la guitarra en
bandolera,
diez euros en la cartera,
cantando de bar en bar.
O esos
raperos poetas
que es su panfletos denuncian
otra realidad social.
¿Y mujeres? ni se sabe.
Y sobre todo si hablamos
de las primeras
gloriosas
que tuvieron los ovarios
y el coraje necesarios
de subirse a
un escenario
de aquella España casposa.
¿Qué fue de los cantautores?
aquí me tienen señores
como en mis tiempos
mejores
dando al cante que es lo mío.
Y aunque en invierno haga frío
me
queda la primavera,
un abril para la espera
y un “Grândola” en el
corazón.
¿Qué fue de los cantautores?
aquí me tienen señores
aún vivito y
coleando
y en estos versos cantando
nuestras verdades de ayer
que
salpican el presente
y la mierda pestilente
que trepa por nuestros
pies.
¿Qué fue de los cantautores?
De los muchos que empezamos,
de los pocos
que quedamos,
de los que aún resistimos,
de los que no
claudicamos.
Aquí seguimos,
cada uno en su trinchera
haciendo de la
poesía
nuestro pan de cada día.
Siete vidas tiene el gato
aunque no cace ratones.
Hay cantautor para
rato.
Cantautor a tus canciones.
zapatero a tus zapatos
zapatero a tus zapatos
7 comentaris:
aquello se perdió...y hoy no está de moda...el sistema ganó la partida y hoy podemos admirar el futuro desde la perspectiva de un tunel de metro....salut
Pues no hay cosas que reivindicar ahora, amigo Josep!
estamos todos demasiados cómodos y los que no lo estamos, pues cerramos la boca por temor, a mí me lo dirán que han censurado los blogs por decir que no me gustan las fiestas de los pueblos...
Un beso.
Soc Verónica.
No recordaba que "Se'n va anar" fuese tan antigua, del año 63. Y qué bonita "Cançó de matinada", aún se me pone la piel de gallina cuando escucho esas primeras canciones de Serrat. Lluis Llach también me gustaba, pero la sencillez de las letras de Serrat me llegaban más.
Un gran poema el de Luis Pastor, pero como dice Miquel, ahora no están de moda. Y falta que haría que fuese así, y nos sacudieran un poco a ver si reaccionábamos.
Un petó.
Miquel, si como dices, y es posible que tengas razón, todo esto está pasado de moda creo que en esta negación damos todo nuestro poder al sistema y así seguimos transitando ese bucle tan peligroso y desenfrenado.
salut.
Verónica, no sabia nada de tu blog. Te escribiré para que me expliques que ha pasado. Y te anticipo que no podemos tolerar que nos pase esto sin motivo. Tu eres una persona sumamente educada y respetuosa, y por este motivo tan estupido no lo pueden hacer.
El sistema nos ha adoctrinado y nosotros obedientemente hemos aprendido que lo que vemos fuera, a nuestro alrededor no tiene nada que ver con nosotros, la imagen que nos ofrece el mundo es una realidad ajena a nosotros. Creyéndonos esta mentira nos hemos desprovisto de nuestra responsabilidad, de nuestro poder y en definitiva de nuestra divinidad. "la crisis es la culpable de todo, la sanidad, la educación, la economía, el modelo de estado, todo.. todo se viene abajo, parece mentira como el gobierno no hace nada. Protestemos, reivindiquemos, chillemos!", pero no nos quedemos como unos esclavos.
Un petó.
Montse, conocí a Serrat antes de que cantara, eramos dos crios que coincidimos en un bar musical de Gràcia. Solo esto. Serrat me ha emocionado siempre. Para mi escucharlo aun es enamorarme. Lluis Llach también me emociona aun ahora, pero es diferente, por él he corrido delante de un gris, fui al Palau el Gener del 76, y aun me explota el corazón de rabia con Campanadas a morts.
Me duele reconocer que tu y Miquel teneis razón. Aun pienso en el Mayo del 68, que quieres que te diga.
Un petó.
Muy bueno este post, como todos los tuyos querido Josep, ahora que es cuando hay que protestar más, ya no quedan o se han vuelto más conformistas.
Un abrazo y muchas gracias Josep.
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