«Ser poeta es encontrar en otros la propia vida. No encerrarse; darse a todos; ser sin ser melancolía, y ser también mar y viento, memoria de las desdichas...» |
El compromiso educativo es un arma. Un arma cargada de futuro, decía el poeta. Es un arma cuando el alma se quiere comprometida en transformar el mundo. Un arma, no desalmada, armada de amor.
“Cantemos como quien respira.
Hablemos de lo que cada día nos ocupa. Nada de lo humano debe quedar fuera de
nuestra obra. En el poema debe haber barro, con perdón de los poetas
poetísimos. La Poesía no es un fin en sí. La Poesía es un instrumento, entre
otros, para transformar el mundo.”
El poeta era Gabriel Celaya.
Gabriel Celaya (1911-1991)
No por nada olvidado en tiempos
donde el compromiso suena a falta de calidad o a doctrina. Sin embargo, siempre
estamos comprometidos. La realidad nos compromete. Y, como nos compromete, nos
obliga con ella. Hasta nueva orden, nada que cuestione lo real emerge desde
fuera de lo real.
Celaya era un vasco de pura cepa
comprometido con España como problema. Con esa España que a otro vasco en igual
compromiso, Blas de Otero, pareciera “madre y madrasta mía, triste, espaciosa
España”, esa España cuyo nombre envenenaba los sueños de Cernuda. Para cumplir
con ese compromiso, Gabriel se citó con la educación como ejercicio pirata de
futuro:
Sólo eso. Traer aquí a varios poetas trasnochados. Me gusta la palabra, trasnochado. Tras la noche. Tras la oscuridad. Tras la palabras. Poetas traspalabrados. Poetas que escriben sobre niños embarcados en la aventura de la educación. La mayor de las aventuras: la transformación del mundo.
Con tanto poeta trasnochado, con
tanto viejo poeta, a nadie le extrañará que me despida trayendo la voz quebrada
de José Agustín Goytisolo, para decirnos que nos queramos también al revés.
Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.
Y había también
un príncipe malo,
una bruja hermosa
y un pirata honrado.
Todas estas cosas
había una vez.
Cuando yo soñaba
un mundo al revés.
7 comentaris:
Malgrat la poesia, el "príncipe malo" va ser un rei sanguinari.
I ara ha arriba un altre "príncipe falso" que envoltat d'estafadors deté la corona.
Jo diria que un quilo i mig de paciència és poc
Josep el post es precioso. Y Gabriel Celaya un gran poeta.
"Cuando ya nada se espera personalmente exaltante, más se palpita y se sigue más acá de la conciencia, fieramente existiendo, ciegamente afirmado, como un pulso que golpea las tinieblas"
Una abraçada, Josep.
Tens raó, Xavier. I nosaltres que hi podem fer en aquestes circumstàncies?
I tant que és poc, Loreto!
Hola, Montse. Esta poesia, como tantas otras es absolutamente actual.
No es una poesía gota a gota pensada. No es un bello producto. No es un fruto perfecto. Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.
Es como una invitación en contra de lo que estamos pasando. Ni "Marca España ni punyetas"
Son palabras que todos repetimos sintiendo como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra, son actos.
Una abraçada.
El poema sobre la educación se lo regalaré a las maestras de Mili en el día del maestro.El otro poema el del mundo al revés em encantó! la bruja hermosa,el pirata honrado y el principe malo,es este mundo Josep vivimos en el mundo al revés! La poesía que muchas veces no es muy valorada,ha sido tomada por muchos que lucharon por derechos,por algo ha de ser,una porque llega a todos,dos porqwue es la mejor forma de expresar,sentimientos,es noble la poesía y los poetas son seres de otro mundo.Un abrazo Josep! que tengas buen dia!
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