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dimecres, 15 d’abril del 2015

El dret a espigolar / El derecho a espigar


Agricultura de Catalunya

Allò que ens ha d’escandalitzar és que hi hagi malbaratament, mentre hi ha gent que passa gana.



Què fas quan no tens feina i se t'acaba la prestació per atur? Hi ha persones que opten per delinquir d'altres rebusquen als contenidors d'escombraries o duen en un petit carretó... no res. I alguns han tornat al camp buscant feina a qualsevol preu. L'altra tarda em deien que en Pere i el seu fill van anar a espigar. Vaig recordar de sobte que el meu pare també anomenava aquesta paraula.

L'ofici no és nou, a l'antic Testament podem llegir la història de Ruth que, en quedar-se vídua i junt amb la seva sogra Noemí, van darrere els segadors per recollir les espigues que es deixen. Segons la llei de Moisès els pagesos tenien prohibit resseguir els camps, ja que allò que hi quedava havia de ser per les vídues i els orfes.


No fa gaires dies llegia que uns quants homes i criatures anaven a cercar les patates oblidades al solc per a recollir-les i guanyar-se uns cèntims per tal d'anar passant.
Tot plegat em va cridar l'atenció perquè la meva mare durant la postguerra i quan no hi havia feina a la ciutat, o no la donaven perquè deien que eres un “rojo” hi havia gent que s'hi dedicava: espigava olives i ametlles, per poder tenir pa, olives, ametlles i panís.

bot (tarragona)

A Terra Alta, a Tarragona, el clima és molt dur. Dubto que molta gent de ciutat puguin fer-se a la idea de com són els hiverns. Es llevaven molt d'hora per a ser al tros a punta de dia. S'enduien un bocí de pa amb alguna cosa, arengada gairebé sempre, i si en tenien acompanyaven el pa amb un tros de tocino (deien que era ranci) i es posaven a la feina: resseguir els camps collits i plegar les olives que s'havien quedat oblidades entre les fulles plenes de gebre, si hi havia boira la cosa es complicava.

A l'estiu uns altres anaven a cercar espigues de blat i d'ordi que havien quedat a terra o als marges: el blat per al consum humà i l'ordi i el panís per l'aviram.
Les ametlles se les venien. De vegades tenien sort i arreplegaven molt i d'altres després d'estar tot el dia al camp tornaven a casa gairebé de buit. I l'endemà sant tornem-hi. La càrrega la portaven al cap en un cabàs o en un feix... 



  TRADUCCIÓN 
 Lo que nos debe escandalizar es que haya despilfarro, mientras hay gente que pasa hambre.



¿Qué hacer cuando no tienes trabajo y se me acaba la prestación por desempleo? Hay personas que optan por delinquir, otros rebuscan en los contenedores de basura o llevan en un pequeño carro... nada. Y algunos han vuelto al campo buscando trabajo a cualquier precio. La otra tarde me decían que Pere y su hijo fueron a espigar. Recordé de pronto que mi padre también llamaba espigar a este trabajo.

El oficio no es nuevo, en el antiguo Testamento podemos leer la historia de Ruth que, al quedarse viuda y junto con su suegra Noemí, van detrás los segadores para recoger las espigas que se dejan. Según la ley de Moisés los agricultores tenían prohibido recorrer los campos, ya que lo que quedaba tenía que ser para las viudas y los huérfanos.
No hace muchos días leía que unos cuantos hombres y criaturas iban a buscar las patatas olvidadas en el surco para recogerlas y ganarse unos céntimos para ir pasando.
Todo ello me llamó la atención porque mi madre durante la posguerra y cuando no había trabajo en la ciudad, o no lo daban porque decían que eras un "rojo" había gente que se dedicaba a ello. Espigaban aceitunas y almendras para poder tener pan, aceitunas, almendras y maíz.
En Terra Alta, en Tarragona, el clima es muy duro. Dudo que mucha gente de ciudad puedan hacerse a la idea de cómo son los inviernos. 
bot (tarragona)
 Se levantaban muy temprano para ir al “tros” a punta de día. Llevaban un pedazo de pan con algo, arenque casi siempre, y si tenían acompañaban el pan con un trozo de tocino (decían que era rancio) y se ponían a trabajar. Recorrian los campos cosechados y recogian las aceitunas que se habían quedado olvidadas entre las hojas llenas de escarcha, si había niebla la cosa se complicaba.

En verano otros iban a buscar espigas de trigo y de cebada que habían quedado en tierra o en los márgenes. El trigo para el consumo humano y la cebada y el maíz para las aves de corral.
Las almendras  las vendían. A veces tenían suerte y recogían mucho, y otros después de estar todo el día en el campo volvían a casa casi de vacío. Y al día siguiente vuelta a empezar. La carga la llevaban en la cabeza en un capazo o en un haz.
...



todas las imagenes son de internet. serán retiradas a petición.

12 comentaris:

xavier pujol ha dit...

Ja ho diu la dita: "Qui no pot segar espigola"
Un post molt comprensiu, Josep. Envers els que ara no tenen res, com els passà als nostres avis o pares en la guerra i la postguerra.

Mari-Pi-R ha dit...

Tu escrito es muy bonito, me ha gustado, pero no obstante tiene un mensaje muy profundo del que me encierra una tristeza por ver que en nuestros tiempos todavía haya tantas necesidades mundiales.
Un abrazo.

Josep ha dit...

És així, Xavier, en sentir que aquesta gent com que no trobaven gens de feina a la ciutat o els voltants han decidit marxar al camp, i de moment a fer el que puguin. Igual que els nostres pares i avis, com molt ve dius. El meu pare, igual que altres milers era un especiï de proscrit pel fet de tornar d'un tristament cèlebre camp de concentració francès i no tindre res.

Gràcies Xavier.

Josep ha dit...

Mari-Pi-R, es verdad que aunque no hay sido otra cosa que lo que ha ocurrido en este pais por parte de padres y abuelos parece hasta bonito, y sin embargo es una historia de hambre. Catalunya fue pionera del Banco de Alimentos hace unos veinte años o algo más. Ahora casi toda Europa tiene su propio Banco y aun hacen falta más. Muy mal, amiga, de seguir así no nos quedará ni una almendra , ni una oliva en el suelo para recoger.
Hay mucha gente con muchas necesidades.
Un abrazo.

Tot Barcelona ha dit...

Estoy contigo JOSEP.
Salut

KRT ha dit...

Un post excel·lent, Josep, com tots els teus. Gràcies. És terriblement injust que hi hagi tanta gent que passa fam al món, i gent que passen privacions aquí mateix. I (com al segle XIX) hagi de ser la caritat (la solidaritat privada) la que se'n preocupi, i no els governs del món (i els d'aquí).

Josep ha dit...

Es inmoral, Miquel. No se quien es el que interpreta el hambre como un juego de poder. (Ahora también el agua) Un tercio de todos los alimentos producidos (1.3 mil millones de toneladas) nunca es consumido. Este desperdicio de alimentos representa una oportunidad perdida en la lucha por mejorar la seguridad alimentaria global, en un mundo donde una de cada ocho personas sufre de hambre.
Producir estos alimentos también utiliza preciados recursos naturales necesarios para alimentar al planeta.

Salut.

Josep ha dit...

És terrible. Ahir mateix deia un senyor de Mans Unides de Catalunya i Balears que grans grups del poder adquirien un determinat producte (inclòs l’aigua) no amb l’objectiu de gaudir-ne sinó amb el de vendre’l de nou aprofitant les fluctuacions del seu preu.
Vivim en un món d’abundància. Avui es produeix menjar per 12.000 milions de persones, o més, segons dades de l’Organització de les Nacions Unides per l’Agricultura i l’Alimentació, quan al planeta n’habiten més de 7.000 milions. Aleshores, per què una de cada set persones al món passa gana?

Moltes gràcies, KRT.

Montse.G. ha dit...

Hola, Josep!
El post está hecho con mucho gusto y gran sensibilidad. No he vivido esos tiempos, pero sí que en casa se hablaba mucho de ellos. Fue terrible! Y ahora a veces nos tememos lo peor. Cómo entonces, hay gente que pasa hambre o están faltas de cubrir necesidades básicas, y otros cada vez se van enriqueciendo más. ¿Dónde va esa producción de alimento sobrante?
Vamos camino de tiempos que estaban en el recuerdo, y que algunos pensábamos que eso era historia, que nuestros hijos estaban a salvo de aquella miseria que, unos viveron y a otros nos explicaron.
Esperemos y tengamos confianza en que esto tendrá alguna solución.
Gràcies, Josep.
Una abraçada.

Josep ha dit...

Si, Montse, lo que pasaron nuestros padres y abuelos fue terrible, pero bueno ya se sabe lo que ocurre al final de una guerra donde además gana una dictadura, pero el problema no es este, que también. El problema real es el mundo en general. Como es posible que se permita tanta inmoralidad donde hay un tanto por ciento muy pequeño dfe ricos que controlan a la gran mayoria que mueren de hambre. El control de los alimentos es brutal, y cuidado porque con el agua pasará igual. Muchas gracias por el comentario.
Una abraçada.

Franziska ha dit...

Este es un mundo injusto y fue de circunstancias terribles, desde todos los puntos de vista: hambre, frío y lo peor: miedo. Tuvimos los españoles una ley de vagos y maleantes -la hicieron especialmente para meter en la cárcel a los maquis- pero que permitía encarcelar a cualquier persona a la que se "pillara" mendigando.

Se lanzan a los vertederos toneladas de alimentos en los países industrializados, mientras cada quince segundos muere un ser humano de hambre. Creo que aún nadie se muere de hambre en este país llamado España, pero la desnutrición en niños y en adultos, está ya siendo reconocida por los entendidos en nutrición.

Ha sido muy interesante el tema. Si todo el mundo contara cómo se las tuvo que arreglar, terminaríamos todos creyendo que ahora vivimos en el paraíso terrenal. Las comparaciones son así, querido Josep. Lo peor, como tú muy bien indicas, es que el mundo avanza en dos sentidos contrapuestos: unos -la minoría- es mucho más rico que cuando empezó la crisis; otros -la mayoría son mucho más pobres y lo peor es que habrá un porcentaje que ya no volverá a salir de la pobreza-.

Perdona, ya me he soltdo la melena, como siempre. Un abrazo. Franziska

Josep ha dit...

Hay una canción de Serrat que habla de los ricos y los pobres. Dice que no comprende como tienen tantos zapatos si solo tienen dos pies. Y es verdad. Leí no hace mucho que el Banco de Alimentos se fundó en Barcelona hace veinte años, pero no para cubrir nuestras necesidades sino del mundo que pasa hambre o se muere. Y ahora parece una ridiculez (este Banco)Es verdad que aún nadie se muere de hambre en este país llamado España, pero la desnutrición en niños y en adultos existe. Y como siempre dejaremos que el tiempo pase y permitiremos que los ricos sean más ricos.
Muchas gracias, Franziska.
Un abrazo.

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