Montserrat al fondo |
Estos
días se ha hablado mucho de Shakira
por interpretar en catalán el tema "Boig per tu" en su último disco.
Ya os podéis suponer que no escribo esto para decir si me gusta o no esta
cantante, y si le quiero criticar o no. No es por nada de esto. Es por haber leído:...“cantar en catalán es como
cometer un delito” así le llamaba un
diario a Shakira por cantar en catalán.
Considero
que es "realmente triste" que por el hecho de interpretar en catalán
el tema “Boig per tu” (Loco por ti, añaden) en su último disco haya "recibido estos comentarios
o estas críticas, por no calificarlas de una manera más dura". Cuanto odio hay en este pais, si alguien canta en Ingles, francés o chino le aplaudimos. España tiene una representante en Eurovisión que canta en inglés y nadie dice nada, en cambio si utiliza una de las lenguas que se habla en el Estado español, en vez de tomarlo como una riqueza se critica y se insulta.
Yo aun recuerdo a los 4 cantantes italianos que cantaron en catalán. Vaya lio se armó, porque en muchos lugares de España no gustó este hecho, pero si les gustaban los Rolling Stones, aunque no entendieran nada, pero siempre quedaba la excusa que aquello era diferente. Aquello era porquè estabamos en una dictadura.
Yo aun recuerdo a los 4 cantantes italianos que cantaron en catalán. Vaya lio se armó, porque en muchos lugares de España no gustó este hecho, pero si les gustaban los Rolling Stones, aunque no entendieran nada, pero siempre quedaba la excusa que aquello era diferente. Aquello era porquè estabamos en una dictadura.
Y ahora tan patriotas que dicen ser y prefieren que cante en otro idioma antes que catalán. Nos puede extrañar que cada vez más catalanes quieran separarse de España?
Me encantaría
que todas estas personas que solo quieren el idioma del Imperio, Wert el
primero, con su “genial idea de españolizar a los niños catalanes” entendieran
el porqué de la Lengua Materna.
Día Internacional de la Lengua Materna. Fue proclamado por la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 1999 |
El
cerebro tiene, al nacer, los circuitos duros genéticamente
programados, capaces de grabar en ellos cualquier idioma. Y es la lengua de los
padres la que reconstruye, transforma y modela esos circuitos en un proceso
lento a través de la física y de la química, la anatomía y la fisiología. Tan lento
es este proceso, que la primera palabra no aparece antes del año o año y medio,
un año más tarde aparecen ya palabras sueltas y solo después aparecen las
frases. En esos años tempranos se captan y aprenden matices sensoriales y
emocionales que son transferidos con las palabras de un determinado idioma como
no lo serán en ningún otro que se aprenda después. Y es este idioma temprano el
que cala más profundo en el cerebro y con el que el niño, definitivamente,
dibujará el mundo y sus gentes. Ningún otro idioma será plenamente equivalente.
Y es con este instrumento que el niño dibuja, nombrándolo sin esfuerzo, el
mundo y lo diferencia de otros mundos, lo que incluye matices de
las cosas, sucesos y persona. Con el idioma más genuino, aquel que se escucha
tras el nacimiento, se expresa la intimidad de manera diferenciada y única. Por
esto un idioma unifica emocionalmente a las gentes pero también, y al
mismo tiempo, las desune. Es un bisturí que corta emocionalmente y aun
cognitivamente lo que es ajeno y diferente.
Y
es por todo esto que la sintonía emocional sutil que proporcionan las palabras
de un determinado lenguaje jamás puede ser traducida fidedignamente de un
idioma a otro. Que se lo digan a poetas y escritores. La lengua genuinamente
materna es el instrumento que definitivamente expresará y describirá el mundo
más íntimo. Un chino, un árabe o un esquimal no procesan la información del
mundo ni la expresan con su idioma de la misma manera que cualquier otro ser
humano con una lengua diferente y distante. Se puede pensar que lenguas muy
próximas como lo pueda ser el italiano o el gallego, el castellano o el catalán
produzcan más proximidad ha estos matices que he señalado, pero desde luego
este no es el caso para el idioma de los esquimales, el chino o el árabe.
De
hecho, hay estudios que muestran claramente que el idioma que se habla afecta a
la percepción humana. Y es así, por ejemplo con la percepción de los colores no
es la misma para un esquimal (sea yuit, yupí o inuit) que para
un europeo. Los esquimales tienen veintidós palabras diferentes para designar
el color blanco. No es lo mismo el blanco de la piel del oso que el blanco de
la nieve, o el blanco de la nieve durante una tormenta. Para designarlos
utilizan palabras distintas. El europeo sólo es capaz de distinguir un color o,
como mucho, añadir matices al blanco, que es el único color que ve. Añadido a
ello, en el lenguaje materno, existe una diferencia de matices emocionales que
están profundamente anclados y transformados en tejido cerebral en estos primeros
años tras el nacimiento. Y aun siendo auténticamente bilingüe, cuando desde el
nacimiento se haya oído hablar en el seno familiar dos lenguas distintas, sigue
existiendo una con un color emocional más profundo y sutil, quizá es idioma de
la madre, reforzado por el de la calle y de todos los días.
La
UNESCO proclamó el 21 de febrero de 1999 Día Internacional de la Lengua
Materna, y desde 2004, la Asociación por la Tolerancia ha escogido este día
para reivindicar el derecho a la educación en lengua materna.