Cercar en aquest blog

diumenge, 15 de setembre del 2013

La Administración


Murió como había vivido. Deprisa y corriendo, y sin saber cómo. Pero así había sido durante toda su vida. Su mujer así lo aceptó, ahora llegaba y ahora se iba, pero los dos sabían que era este su respectivo paisaje: el bosque de sus cabellos cuando los dedos buscaban el camino de los sentimientos.
Y así fue, de repente, una noche un mal dolor de vientre y ella recogiendo el cuerpo frío y pidiendo una ambulancia cuando en realidad debería haber llamado directamente al coche de muertos. ¿Por qué ha de correr la muerte cuando ya ha hecho su trabajo?
Unas cuantas lágrimas, manos y labios amigos y una urna de cenizas.
Él sólo le había dejado dichas dos cosas: si vas con otro hombre, dímelo, y cuando muera que me quemen. El lugar elegido para tirar las cenizas era un bosque cerca de la casa de unos parientes que tenian un caserón donde los veranos de su  infancia hizo caer piñas a golpes de piedra, cogía caracoles después de la lluvia y robó los primeros besos a una chica que iba en bicicleta.
Su territorio mágico se llamaba " el bosque de detrás de la viña" y ahora ella, ayudada por los más próximos, desgarraba la tierra con las manos y a golpes de pala. No tiraría las cenizas; poesía y muerte no acaban de ser muy amigos: la urna reposaría a tres palmos bajo tierra y de allí brotaría un almendro que sería una bandera blanca a finales del invierno y un nido de frutos en verano.
Pero el hombre propone y la Administración dispone. Y cuando el almendro empezó a sacar flores de color rosa y ella iba a apoyarse en el tronco, llegaron disposiciones oficiales para expropiar ese terreno. Sin más ni más. El bosque de detrás de la viña ya no se llamaba así porque también la viña había sido expropiada para la construcción de unas vias de  un tren de estos que no van a ninguna parte, o de un vertedero enorme porque no se habia reciclado nada, o vete a saber qué.

 Llegaron las máquinas excavadoras y aplanadoras y ella continuaba yendo a leer sus poemas y ha llevar, de vez en cuando, un ramo de flores que es el fertilizante de los recuerdos. Llegaron después los políticos y las bandas de música. Se cortó la cinta de la inauguración, el discurso de siempre y los coches y los camiones comenzaron a rodar sobre material sensible.
Esta noche soñé que un gran almendro había roto el asfalto de una carretera que solo iba a casa de un señor importante y había extendido las ramas sobre todas las vías del tren que no iba  a ningún lugar. Cuando los servicios de socorro fueron con sus sierras mecánicas a cortarlo les pareció sentir un grito de dolor que venía de la corteza y alguien creyó que todos los árboles viejos acaban igual. Quemaron la leña. Y ella sintió de nuevo una vieja y conocida calor que salía de dentro de su cuerpo.
La Administración ya buscará otra territorio mágico, seguramente no se  llamara " el bosque de detrás de la viña" pero seguirá esperando disposiciones oficiales para expropiar otro terreno.

16 comentaris:

Mª Trinidad Vilchez ha dit...

Menudo tema, más espinoso querido Josep, es lo mismo que dijo El Quijote" amigo sancho, con la iglesia hemos topado...".

Un abrazo josep y buen domingo, un petò.

Tot Barcelona ha dit...

Fantástico relato. A veces la administración somos nosotros mismos, insensibles a los que nos rodea.
Muy bueno.
Salut

Hada Isol ♥ ha dit...

Ellos mandan! que pena! que tengas un buen día! te saludo y te cuento que llovió pero muy poco lo suficente para que el día se vuelva frío y yo me engripe! jejejejejeje péro al menos es algo ,ya lloverá y esta vez por más tiempo,un abrazo!

KRT ha dit...

El conte és molt bonic, Josep. Però ja sabem que les administracions tenen dret a expropiar per fer-hi coses públiques, encara que de vegades siguin coses inútils o faraòniques. Per això és arriscat fer que t’enterrin en un bosc, ni que sigui teu, i molt més si no ho és. Hi ha culés que han demanat. i aconseguit, que espargeixin les seves cendres al Camp Nou (no sé si passa a altres estadis), però després pot passar que el canviïn de lloc o hi facin pisos, com va passar a l’estadi de la carretera de Sarrià. Molt millor els qui trien un cim abrupte o un penya-segat, com per exemple el balç del castell de Balsareny, on difícilment s’hi construirà res. També hi ha qui s’estima més tirar les cendres al riu, que se les emporti al mar “que es el morir”, com deia Manrique. O dipositar-les en un columbari (vaja nom) del cementiri, que és gairebé tan car com un nínxol tot i ocupar molt menys espai. Però tampoc els cementiris no duren per sempre: a Balsareny, fins a finals del XIX, el cementiri era al costat de l’església, on avui hi ha la llar parroquial; quan la construïen, als anys 60, encara s’hi trobaven ossos, qui sap si d’alguns dels meus avantpassats, i ningú no es va exclamar. I també es van trobar restes durant les obres de restauració del monestir de Sant Benet de Bages: aquestes almenys van ser estudiades pels arqueòlegs. En fi, hi ha qui deixa tot allò aprofitable del cos a la ciència i fa que incinerin tan sols el “rebuig” (perdó per l’expressió tan inconvenient, però ja m’entens, allò que no s’aprofita, a diferència del porc, que s’aprofita tot). A “Jo confesso” (una gran novel•la de Jaume Cabré), al segle XIV maten un home que portava a la butxaca unes llavors d’erable i l’enterren en un bosc. D’aquelles llavors en neix un arbre i després tot un bosc. Segles després, d’aquell primer erable en fan un violí i el llibre es va complicant amb més assassinats. El recomano als lectors que no el coneguin, és una autèntica obra mestre. Perdona les digressions, Josep. El conte és molt bonic, em sembla que jo havia dit. Una abraçada!

Mari-Pi-R ha dit...

No siempre lo que creemos que sera a vida es así, con la expropiación de terrenos se han ido sueños y vivencias que tan solo el que lo vive puede hablar.
Tu cuento o como le puedas llamar me ha encantado, está lleno de ternura y realidad.
Un abrazo.

sentir1907 ha dit...

Aunque no nos demos cuenta , pero es un tema escabroso eh ??
Saludos ¡¡ y grandísimo relato si señor enhorabuena por el artículo ¡

Josep ha dit...

Casi, casi, adivinas hasta las fechas. España siempre ha sido un pais de corrupción, amiga mia, y aunque casi todo es un cuento el final no. A la corrupción no le vengas con tonterias, ellos no paran.
"…una cosa es tener automóvil cuando se es, por ejemplo, ministro, y otra cosa es hacerse ministro para tener un automóvil". Y esto se ha hecho en este pais.
Una abraçada Mª Trini.

Josep ha dit...

Si, Miquel, pero los políticos se han subido al carro demasiado rápido. Y ellos a diferencia nuestra saben como se "gana" facilmente un dinero mientras el pobre llora apoyado en un almendro.

Salut.

Josep ha dit...

Isabel, cuidate mucho, y esperemos que llueva de verdad para vuestro bien y el de los Cerros.
Una abraçada molt gran, argentina nuestra.

Josep ha dit...

Si, KRT, és un conte que no he sabut acabar. Jo volia dir que mentre l'Administració, (que és veritat que té el poder d'expropiar el que cregui convenient) s'ha dedicat a construir sense fre aquí i allà, per "calers" a Barcelona s'han esperat 10 anys per construir un tram d'un tren per arribar fins a un punt clau del port. L'administració seguirà si pot amb els abusos. Mira a Catalunya la Sanitat i el senyor Boi.
Miraré la novel·la, KRT, m'ha intrigat.

Moltes gràcies

Josep ha dit...

Mari-Pi-R, yo soy de un barrio de Barcelona donde habian más fábricas que casas, llegó un dia que empezaron a expropiar para hacer una zona de Alta Tecnología, @22(Arroba 22)Alli los únicos que se aprovecharos fueron las grandes empesas que compraron terrenos. Ahora ha quedado a medias muchas cosas y hay zonas donde las ruinas de aquellas fábricas solo sirven para albergar a los emigrantes los dias que pueden y les dejan...

Un beso

Josep ha dit...

José Manuel, muchas gracias pero no tiene nada de importante. Lo importante y triste..más triste que otra cosa es aquella familia que le dan cuatro "duros" y se encuentra en la calle, porque como muy bien dice KRT la Administración tiene el derecho de hacer cosas públicas con aquellos terrenos.

Un abrazo.

Diana Puig ha dit...

Josep una historia dura para poder entender una realidad que nos está golpeando con mucha fuerza en Ibiza estamos dándonos de ostias a todas horas, Las anecdóticas historias a veces nos presentan a la autentica realidad, a veces la más dura de mirar, pero para verla es necesario disfrazarla como una princesa aunque después se convierta en el mismo demonio...
Un abrazo amigo mío.

María ha dit...

Me ha encantado tu relato, Josep.

Y sí tienes razón con la frase: el hombre propone y la Administración dispone.

Un beso.

Josep ha dit...

Que alegria me da ver este puño, Didi!
A cualquiera que lea que en Ibiza hay expropiaciones o no se lo cree o como yo piensa que allí además de reunirse los “famosos” de las revistas del corazón, corazón también se encuentran los sicarios, que estos no pierden ocasión de declarar públicamente su empeño en propiciar un diálogo contigo y con quien haga falta para crear unos resortes que les permita hallar un marco previo que impulsen un punto de partida sólido y capaz para que el pueblo no se le expropie nada. Mentira, querida amiga, mentira. Ya se como “anda” la cosa por Ibiza, y esto que sois pocos, pero claro, hay más chorizos que ciudadanos.

Una abraçada molt gran!

Josep ha dit...

Hola María, aunque la Administración tenga el derecho de expropiar lo que crea que es para el bien común es una autentica trastada. Tal como dice KRT, no solo lo es cuando te quedas sin tu terreno o tu casa sino que a veces --como en el cuento que he escrito-- te quedas sin las cenizas. Tambien es verdad que muchos seguidores de un club de futbol entierran sus cenzas en el campo, pues imaginate que les pase que tiren el campo abajo y construyan otro en otra parte, como ahora mismo el Bilbao.

Un beso.

Trampa de foc (I) de Núria Martí Constans

     Els primers anys del segle XX van ser anys d’avenços, creixement i revolució.   En aquell món dinàmic, les dones hi van tenir un paper ...