Nadie es perfecto y los errores pueden surgir de las maneras más inesperadas. Por eso se inventaron los protocolos estandarizados, los análisis redundantes y los sistemas de control de error. Este último es el más conocido para mi. Aún así, nada es perfecto y en ocasiones aparece la pifia. El caso es que en temas de tecnología e ingeniería ha habido errores que han hecho historia cuando se combina un presupuesto muy grande con un error muy simple o absurdo.
Uno de los más famosos fue el que
cometió la NASA con la sonda Mars Climate Orbiter en 1999. Debía estudiar la
atmósfera y el clima del planeta Marte, pero en cuanto llegó se destruyó por
culpa de un error infantil. La nave hacía los cálculos de velocidad y distancia
con el sistema métrico decimal pero control de navegación le enviaba los datos
en el sistema americano. La nave tenía que pasar a unos 150 kilómetros de
altura pero hacerlo a sólo 57 y se destruyó por la fricción con la atmósfera
marciana.
Absurdo el error inicial por
malentendidos entre fabricantes y la propia NASA, pero también absurdo los que
no se dieran cuenta durante todo el camino hasta Marte que debían hacer muchas
más correcciones de trayectoria de lo que era normal. De hecho, seguramente si debían darse cuenta, pero nadie dijo nada.
Para recordar otra vieja pifia
monumental, en Estocolmo se encuentra el museo del Vasa. El buque insignia estaba llamado a ser el orgullo de la flota sueca. Tenía más y más potentes cañones que ningún otro de sus barcos, era un barco creado a lo grande para asombrar al mundo...
El 1628 lo botaron con una gran fiesta. Navegó durante veinte minutos y entonces un golpe de viento lo volcó y se hundió enfrente del puerto. Buena parte de la tripulación se ahogó y el hecho constituyó un buen golpe para el orgullo sueco.
El 1628 lo botaron con una gran fiesta. Navegó durante veinte minutos y entonces un golpe de viento lo volcó y se hundió enfrente del puerto. Buena parte de la tripulación se ahogó y el hecho constituyó un buen golpe para el orgullo sueco.
Retrato del rey Gustavo II Adolfo. |
Y parece que ahora tendremos una
nueva pifia para añadir a la lista. Una pifia similar, en algún aspecto, a la
del Vasa. Probablemente esta vez tampoco llegaremos a conocer los detalles porque
es un tema militar y este tipo de asuntos no se caracterizan por su transparencia.
Parece que los submarinos de la clase S-80 que estaba fabricado por la armada
española tienen problemas de flotabilidad. Aparentemente, pesan 70 toneladas
más de lo que tocaría y la nave se puede sumergir, pero ya no puede volver a la
superficie.
Hombre! Que ya no estamos en el siglo
XVII, y en un proyecto de 2.200 millones de euros, lo menos que puedes esperar
es que los cálculos estén bien hechos y repasados un puñado de veces. Sobre todo porque como menciona alguna
prensa, el origen del error fue poner un punto decimal en un lugar incorrecto. Un decimal mal puesto hace que una cifra sea,
como mínimo, diez veces más grande o más pequeña y si esto entra en una
ecuación el error se dispara enseguida. Quizás otra hoja Excel ha gastado una
de sus bromas. Una broma que costará 530 millones más para corregir.
La frase que he leído y que me ha
hecho gracia es: "Para defenderse, el constructor de Navantia se ha quejado
de la "injerencia de personas no cualificadas" en la obra, apuntando directamente
al ministro de Defensa, que regularmente habra ido añadiendo nuevos Elementos
de carga desde 2005 ". Mira por donde, la historia del Vasa se repite,
aunque el hecho de que te impongan añadir nuevas cosas a la nave no debería
impedir poner las comas decimales en lugar. Al menos, esta vez se han dado
cuenta con tiempo y lo único que habrá que lamentar son los millones que se
perderán y un cierto ridículo para los constructores.
Ah! Por el dinero no hay que sufrir.
He leído que hasta que no se entrega el submarino, no se contabilizan los 2.200
millones que cuesta (más todos los necesarios para reparar el error). Lástima
que la ingeniería de las cosas reales no ofrezca tantas posibilidades como la
ingeniería financiera.
12 comentaris:
Parece que de los errores no aprendemos ¡¡¡
Es caso es gastar a lo grande, a ellos que más les da, aquí y en cualquier parte del mundo...
Y las personas muriéndose de hambre, hay hambruna, pero despilfarrar en cosas inútiles les importa un pimiento.
Josep, un abrazo muy fuerte y Molts Petons, y Bon Cap de Setmana.
No, no aprendemos, además lo más grave es que son "cagadas" infantiles. En ningún barco fenicio, romano, griego.. jamás se le hubiese ocurrido poner casi todos los esclavos a remar por la parte derecha y la carga también. Y lo de los submarinos españoles no tiene desperdicio. Solo cumplen la primera parte:sumergirse!
Buen fin de semana.
Salut.
Mª Trini, esta vez no se trata de corrupción, aunque un dia de estos nos suben la luz.
Se trata de las pifias tan enormes y tan infantiles. Ya ves tu el caso del barco sueco. Por el capricho del rey pusieron la carga y los cañones a un lado, y además lo hicieron más alto. Conclusión, al primer soplido el barco que se vuelca. Esto me recuerda en la Expo de Sevilla también les paso algo parecido. Las de Colón funcionaban mejor.
Buen fin de semana
Una abraçada.
Muy buen artículo de los que más me ha gustado , bastante completo , pues sí tienes razón de los errores se aprende por eso nadie es perfecto , pero a veces y son muchas que caemos dos veces en la misma piedra incluso sin darnos cuenta , pero para eso está el rectificar sobre las cosas que hemos hecho que creemos que están mal , por lo que termino con tu título del artículo : Nadie es perfecto.
Un saludo ¡
Lo triste es que es dinero público, pero no dimite nadie. Y los que no dimiten siguen cobrando del erario público (sobres aparte). Y luego nos dicen que somos nostros los que "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades" y tenemos que pagar el pato con recortes al bienestar (al nuestro, claro, no al de los que no dimiten). País.
José Manuel, yo pienso que hay errores que no pueden suceder. Me explicaré: Me pueden pasar a mi a ti y al más pintado en tu trabajo, pero puede ser porque estás tu solo, una distracción, rutina, prisas..muchas cosas, pero cuando este mismo trabajo lo hacen un grandioso grupo de ingenieros, que tienen todo el tiempo del mundo, y encima les ayudan otro gran grupo de matemáticos o personal altamente cualificado sobre aquel tema, entonces digo, no!!
No puede ser que en el tema de los submarinos nadie se entere que están cargando con 70 toneladas más de la cuenta y no se enteren. Con razón ahora no puede subir a flote.
Que no es el primero que se construye!
Un abrazo.
KRT, estamos de acuerdo en todo el tema del dinero que al final acabamos pagando nosotros, pero pienso que hay cosas que superan todo esto.
Ya he comentado el tema del barco y del submarino, pero y lo de Marte? como es posible que la NASA, y todos los cientos de matemáticos que deben tener a su disposición caigan en un error tan infantil.
Yo recuerdo que cuando estudiaba habian dos sistemas. El inglés(pulgadas) y el sistema métrico decimal. Todos los estudiantes conocíamos perfectamente el uno y el otro. No había equivocación ni allí ni en la ferretería cuando ibas a comprar un tornillo.
Y ahora esta tontería. Ostras, que esta gente no viaja hasta la proxima esquina.
En serio? jejejejejejjejejeje! pues que barbaridad! es muy cómico pero claro lo que cuesta este chiste es trágico,y yo que pensé que las cosas mal hechas eran patrimonio nuestro,si esto es universal! Ellos gastan dinero que no es suyo así que ni se preocupan,total ellos no pagan si le pifian! Un abrazo y buen día Josep!
Josep, la NASA también se financia con dinero público (norteamericano, en principio, pero también con importantes donaciones de grandes multinacionales que esperan algún día recuperar su inversión, pero que mientras tanto repercuten ese gasto en los precios de los productos que comercializan a día de hoy y que pagamos nosotros...
El problema en caso de errores tan graves es que acaban despidiendo al de abajo, el pobre que se equivocó materialmente poniendo mal las comas o confundiendo los sistemas), pero ya no a los supervisores, jefes y directores (hasta lo más alto del escalafón, léanse desde ministros para arriba), quienes son también resposables de esos errores por omisión de su deber de supervisar y validar los proyectos. Y ésos son los que jamás dimiten.
Isabel, yo también me reía al principio...hasta el momento que mira por donde, y como aquel que no quiere, resulta que todo esto nos cuesta un dineral. Si amiga a los argentinos también, o creías que te ibas a escapar así como así!
Un petó.
osea KRT que no hay escapatoria. Nos puede hacer más o menos gracia, pero a la NASA la seguiremos pagando, igual que al caballero de los submarinos. Y esto que cuando leí lo de de estos aparatos que solo bajan, decia muy claro que los costes no los pagabamos nosotros. Era de esperar lo que tu muy bien explicas. Insisto: A
Narcis Monturiol no le hubiera pasado.
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