Luís era un joven que
aun no había encontrado trabajo, como muchos. Vivía con
sus padres, como muchos, y no hacia nada por cambiar las cosas, como muchos.
La cuestión es que Luís
heredó una preciosa
calita en un pueblo del Mediterráneo. Por casualidad aun no estaba edificada a
pesar de que algún constructor había intentado comprarla para edificar un
hotel. Incluso alguno ya tenía
dispuesto en los planos que el “Cami de Ronda” pasaría por el Parking. Luís
pensó que podía hacer con la calita. Y se le ocurrió poner un huerto encima de
la arena sabiendo que estaba totalmente prohibido. Sin dudarlo puso enseguida un letrero
de decía. “Se admiten tierras” El negocio no podía ser más cómodo Simplemente
tenia que esperar la llegada de los camiones procedentes de los lugares se
construían piscinas, campos de golf, muchos hoteles, muchas urbanizaciones, y muchos AVEs. Los
camioneros agradecidos le pagaban por dejar que aquel joven emprendedor (como
se llama ahora) le dejasen tirar la carga. El negocio, como digo no podía ser
más cómodo. Simplemente de vez en cuanto aplanaba la tierra y ya está. Pero el
tiempo fue pasando y la tierra creciendo y el nivel del huerto también. Y la
sal del subsuelo, con tanta tierra nueva, ya no llegaba hasta las raíces de las
plantas. Plantó una cuantas acelgas, y dieron una cosecha muy fértil, tanto que donde ponía ”Se admiten tierras” puso
“Se venden
hortalizas al por mayor”. Regó de nuevo la propiedad, y contractó a varios
emigrantes para que le hicieran el trabajo a precio de esclavo, claro que de vez en cuando les daba unas lechugas.
Luis era una persona con buen corazón. Pero creo que hay veces que las tierras
tienen memoria porque entre las tomateras empezaron a salir el mal olor de los
vertederos de basura. Justo al lado de las espinacas, tres capiteles
corintios y un hermoso suelo
procedente de la chapuza del
AVE a su paso por la estación de La Sagrera (Barcelona).
de La Sagrera (Barcelona). |
Luis en plena
desesperación aun vio fusiles y huesos de la batalla del Ebro y más huesos de los fusilamientos en
el “Camp de la Bota” (Barcelona)
batalla del Ebro |
“Camp de la Bota” (Barcelona)1939/1952 |
Luis lo tapó todo y
cerró el huerto, Y donde ponía “Se venden hortalizas al por mayor” ahora
pone “No quiero ser un gasto, puedo ser una buena persona sin escrúpulos”
Basado en un hecho real
Fotos del blog Tot Barcelona y Mari Trinidad Vilchez
Otras fotos de Internet.
Serán retiradas a petición.
4 comentaris:
También creo yo que las tierras tienen memoria ¡
Y tanto que si, Miquel. Ya lo pagaremos caro, ya!
Salut.
De bones persones sense escrúpols en corren masses.
Quanta raó tens, Helena!!
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