los jovenes aventureros

Vivimos tiempos intensos en los que noticias impensables hace poco se convierten habituales. Junto a la agitación social económica y política que nos está tocando vivir, las tonterías sobre el fin del mundo del viernes hacen reír. Y entre todo,  y creo que es hoy o mañana pasará algo que podemos calificar de poco habitual. Habrá manifestaciones de científicos.

Una de las características más habituales en la clase política de este país ha consistido en una inmensa ignorancia científica que, más allá de las palabras, siempre ha relegado la ciencia a un estatus poco más que de "actividad consentida" en tiempos de abundancia. Ahora, los recortes están destruyendo el tejido científico y derrochando toda una generación de jóvenes investigadores a un ritmo que costará mucho rehacer. Investigadores que ha costado una fortuna formar y preparar tienen que marchar mientras escuchan como algunos responsables opinan que esto incluso es una buena cosa. Incluso una ministra se permitió el chiste gracioso para ella - pero desgraciado para nosotros- , cuando dijo que se iban porque son chicos aventureros.

Construir un kilómetro estándar del tren de alta velocidad cuesta lo mismo que formar unos 50 investigadores. Con lo que cuesta el siguiente kilómetro les podrían pagar el sueldo durante seis años. Y con el siguiente kilómetro basta para los gastos directos de la investigación. Incluso sabiendo que no todos serán excelentes ni todas las investigaciones exitosas, el retorno a la sociedad será superior en forma de conocimiento, de patentes y de tecnologías que no muchos kilómetros de AVE que se construyen sólo porque si los vecinos tienen nosotros también lo queremos y todos debemos ser iguales. Igual que siempre se pide excelencia a los investigadores, quizás también deberían pensar en construir sólo las líneas de alta velocidad con rendimiento y utilidad de excelencia.

Esto lo tienen claro en Inglaterra, Alemania, Estados Unidos o Francia, por decir algunos de los países que están encantados con los investigadores formados y con ganas de que les lleguen sin que ellos hayan necesitado invertir ni un duro, mientras que en el mundo de la ciencia se 'lo miran sin entender nada. Pero, claro, cada país tiene sus prioridades. Imagínese que se pueda gastar una fortuna construyendo líneas de AVE para luego no usarlas? (Claro que lo imagináis!).

Pues es lo que está pasando con la ciencia. Los institutos de investigación, el personal formado, la red científica, todo esto son estructuras de una importancia estratégica extraordinaria para un estado. No es necesario construir para que ya las tengamos y sólo queda saber aprovecharlas. Ojalá lleguen pronto dirigentes con visión de futuro para sacar partido. Todo depende, claro está, del tipo de país que tengan en mente.

Seguramente el  problema no es que la clase política de este país tenga una inmensa ignorancia científica, el problema es que a menudo tiene una inmensa ignorancia a secas.

Y del AVE mejor no decir nada porque lo del AVE en Galicia que ya reconocen que no será nada rentable ya es de lo más vergonzoso. Porque mientras tiran el dinero en AVEs que no sirven para nada, en buena parte de Tarragona tenemos zonas donde el Corredor del Mediterráneo tiene una única vía para mercancías, cercanías, regionales y larga distancia. Y es una de las zonas más colapsadas...

Por favor, que el próximo año los Reyes Magos nos traigan políticos honrados, estos que tenemos no nos sirven.

fotode diario público

foto de internet. blog gargotaire

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