Bla, bla, bla en el Congreso, entre los unos, socialistas, dedicados a hacernos creer que quieren preguntar por Bankia, y los otros, peperos, poniendo el ventilador contra el Gobierno anterior para despistar a los demonios. Entre Isabel y Fernando, monta tanto que ya no engañan a nadie. Sean sinceros por una vez, señorías, y reconozcan que nadie quiere saber qué pasó, quizás porque ambos dos estuvieron cómodamente sentados en los consejos de administración, inhalando el humo tóxico de unas cajas que nos vendieron como solventes, mientras cobraban las dietas pertinentes. El escándalo Bankia es una hidra de muchas cabezas, pero una de las más visibles es la voluntad de los grandes partidos de tapiar con cemento sus miserias.
Quizás porque fueron gentes de ambas bancadas las que durante años permitieron la alegría de la huerta de unos números imposibles que financiaban los delirios de grandeza de los políticos de turno, a la par que alimentaban el modelo económico de la especulación inmobiliaria, sin guardar para mañana lo que dilapidaban hoy. Además, ¿qué hacer con los controles del Estado que estuvieron durmiendo la siesta, mientras se iba cavando el agujero? ¿Qué hacer del Banco de España o de la Comisión de Valores? Y es por eso, por todo lo que hay en juego y pringa seriamente a rojos y azules, por lo que no hay entusiasmo de los grandes en saber qué ocurrió. Quizás Chacón, que no tiene quien le escriba, escribe algún renglón decente sobre el tema, pero no parece que Rubalcaba esté por levantar alfombras. ¿Qué polvos teme encontrar?
Sin embargo, lo que más me alarma no es el chiste del dentista, en versión PP-PSOE, (aquel del "no nos haremos daño", que le dice el enfermo al dentista, tocándole sus nobles partes), sino la indolencia del global social, que parece letárgico. El otro día Xavier Rius (el primero en reclamar responsabilidades penales) decía que hizo un llamamiento ciudadano para llevar el tema a los juzgados, y tuvo tanta suerte como Diógenes cuando iba por Atenas con una vela buscando un hombre honesto. ¿Qué nos pasa? Porque dice mucho de una sociedad el hecho de que el único que se preocupe por ir a los tribunales, después de un agujero económico de miles de millones, sea un sindicato dirigido por un admirador de Franco. ¿Dónde están los abogados, los afectados por las acciones (que se las vendieron con unos números que no existían), las entidades, la sociedad civil? Al día siguiente de salir en bolsa y no cuadrar los números, un millar de accionistas llevaron a Facebook a los tribunales por considerar que había "débiles pronósticos de crecimiento". Aquí se venden acciones tóxicas escondiendo un agujero de millones, y nadie hace nada. Políticos que callan, interventores que no ven, sociedad civil que se despista..., ¿qué es esto?
Desde luego, hay veces que pienso que tenemos lo que nos merecemos.
Pilar Rahola. La Vanguardia.31-5-2012
6 comentaris:
No creo que tengamos lo que nos merecemos...Sinceramente querido Josep.
Un abrazo.
pos si...
Mari Trini, a nivel particular estoy bien seguro que no nos lo merecemos.
Lo que ocurre es que en el artículo de Pilar Rahola falta un grupo que es aquel que ha trabajado toda la vida, ha pagado todo y ha sido honrado. Pero estos no cuentas amiga mía. Ni contamos ni seremos noticia, pero si que pagaremos la fiesta de los ladrones.
Un beso.
Miquel, pues no! Porque tenemos que pagar el gasto?. Yo no tengo ningún Audi, ni casa grande, ni asistenta brasileña. Y además presumo de haber sido un tonto de estos que antes nos llamaban honrados porque en casa lo aprendiamos.
Claro, lo que ocurre es lo que le digo a Mari Trini, nosotros no contamos para el festín de los Señoritos.
Salut.
De verdad, por más que se rompa el mundo, todos deberíamos sacar el dinero de los bancos y de las caixas. Dejarlos en cueros para que se dieran cuenta de que el dinero es de los otros y que ellos solo se dedican,manejándolo,a robar lo que pueden y lo que no.
Si no metieramos los ahorros y las nóminas, en fin todo movimiento bancario, no podrían controlarnos la vida, ni lo que tenemos o no. La gente mete sus ahorros y su capital en los bancos porque ,dicen, en casa te lo pueden robar. que ironía!es mucho más facil que te roben los bancos que los cacos ordinarios.
Si Josep, tenemos lo que nos merecemos, la politica que elegimos, el bienestar a precio de sangre que sangramos.
un abrazo
Muchas Gracias Josep, justamente lo que has escrito, es lo que yo quería decir...Un PETÓ...GRÀCIES.
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