la iglesia machista

 Hace mucho tiempo que no hablo de las cosas de la Iglesia, y  no será porque no haya temas, no de crítica, sino directamente de denuncia. Sobretodo cuando hablan de la homosexualidad, ("todos somos hijos de Dios", dijo pero"hay comportamientos que no son adecuados ni para las personas ni para la sociedad. También añadió que la Iglesia no "obliga" a nada, "porque no tenemos Mossos d'Esquadra (cuerpo de La Policía de la Generalidad de Catalunya ) ni cárceles"  también lamenta que, desde que en 2005 se promulgó la ley que permite casarse a las personas del mismo sexo, "hemos visto aumentar continuamente las agresiones de la jerarquía de la Iglesia Católica hacia nuestro colectivo". E interpreta que "los obispos distribuyen estas ideas con la esperanza de que la semilla que lanzan arraigue en la sociedad española", para fomentar "el rechazo, la discriminación y el odio" hacia los homosexuales.

Otro dia hablaremos de estas palabras…

Pero hoy vamos a centrarnos en si la mujer puede o no puede oficiar una misa. De forma personal siento vergüenza ajena cuando veo una mujer que va a misa, sabiendo  quetiene la facultad de pensar, porque será un sacerdote machista quien la oficiará. Es despreciable por qué tiene de aceptación de la discriminación por razón de sexo. Pero como dijo Einstein (creo): "Dos cosas son verdaderas: el universo sin límites y la estupidez del ser humano". La discriminación es un delito penal. Siempre.

Hay argumentos que parece increíble que aún se utilicen. Son tendenciosos, simplistas y, sobre todo, erróneos. Pero a pesar de las evidentes debilidades, los puedes sentir una y otra vez. Y, la verdad es que me ponen un poco de mal humor. Un ejemplo lo dio hace unas  semanas el Arzobispo de Tarragona cuando, en un programa de TV3 le preguntaron por el hecho de que las mujeres no puedan oficiar misa. La respuesta fue que "... cada uno tiene una función, yo tampoco puedo hacer algunas funciones que hacen las mujeres, no puedo llevar los hijos al mundo".

En realidad esto ni siquiera es un argumento. Simplemente es una trampa lógica. Una soberana estupidez. Un razonamiento que parece correcto pero que es falso. Y que se ha utilizado a lo largo de los siglos para justificar todas las discriminaciones que han sufrido las mujeres. Es un razonamiento del tipo: "Yo no puedo tener hijos de la misma manera que ellas no pueden dirigir un banco". O "Los hombres no podemos tener hijos igual que las mujeres no pueden pilotar aviones de combate". El razonamiento sería correcto e indiscutible si los aviones se pilotasen con los cojones (con perdón) o los bancos se dirigieran con el pene. Pero mientras estas actividades se hagan con las manos y con la cabeza, el argumento no se sostiene.

En el caso de la Iglesia, la discriminación entre hombres y mujeres es innegable, pero no habría nada que decir si esta se fundamentara en argumentos teológicos. Cada religión tiene sus ceremonias y sus normas. Unas normas que sus seguidores deben aceptar los motivos que a cada persona le parezcan convenientes. En realidad esta manera de pensar no es, ni mucho menos, exclusiva del cristianismo sino que es general en la mayoría de religiones. No dejan de ser un reflejo de las sociedades donde se han generado. Y las sociedades históricamente han sido muy machistas. De todos modos, en algunos casos, como los anglicanos, la cosa ya va cambiando.

Es un tema delicado porque fácilmente se puede pensar que criticar estos argumentos indica que uno se posiciona contra una religión en concreto. Esto también suele ser una manera de desviar el tema. El problema es sencillamente que el argumento utilizado no tiene nada que ver con la religión sino con la anatomía. Y si éste fuera el único motivo querría decir que en realidad no hay ninguno motivo para justificar el que una mujer no pueda hacer misa. Sólo el peso de la tradición. De hecho, recurrir a la tradición sería un argumento más comprensible; discutible, pero comprensible.

Recurrir a la fisiología para justificar que una mujer no pueda hacer alguna actividad no es un argumento teológico. Es el tipo de argumento que se puede aplicar a cuestiones relacionadas con el sexo y la reproducción y para de contar. Si se aceptara por otras actividades, se podría aceptar para justificar cualquier tipo de discriminación.

Y es que, recordando (y modificando un poco), las palabras de la SamanthaCarter: "El hecho de tener los órganos reproductivos en el interior del cuerpo en lugar de colgando en el exterior no quiere decir que no puedan oficiar una ceremonia tan bien como un hombre”.