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dissabte, 25 de febrer del 2012

campos de castilla

En la primavera del año 1912 –ahora se cumplirán cien años–, poco antes de la muerte de su mujer Leonor, apareció Campos de Castilla, el libro en el queAntonio Machado recogió su obra poética de los cinco años anteriores. Dicen algunos estudiosos que, en estos versos, ya no se perciben los rasgos modernistas presentes en Soledades, su primera obra, y que se consuma en ellos una evolución que fue llevando a su autor a composiciones de tipo regeneracionista. Algo le influiría Azorín, muy admirado por los poetas de su época, e inductor en ellos de la preocupación por España y su postración moral. Pero fue posiblemente Unamuno, a quien Machado admiró siempre, el principal revulsivo de su conciencia española: "Siempre te ha sido, ¡oh Rector / de Salamanca!, leal / este humilde profesor / de un instituto rural".

Antonio Machado tenía en proyecto una obra de gran aliento, que se hubiera titulado "Tierras de España", de la que Campos de Castilla era una versión restringida. Pero el proyecto quedo en eso, y sólo se publicó lo que el propio Machado calificó como "un intermedio". Campos de Castilla, editado por Gregorio Martínez Sierra, estaba impreso a mediados de abril de 1912 y salió poco después a la calle, con un éxito de ventas inmediato. Por aquellos días, en una carta a Juan-Ramón Jiménez, Machado escribía: "A veces me apasiona el problema de nuestra patria y quisiera... Pero no se puede hacer nada de inmediato y directo". Y, en otra dirigida a Ortega, añadía: "La vida española me parece criminal, un estado de iniquidad sin nobleza, sin grandeza, sin dignidad".

Algunos versos de Campos de Castilla son, en este sentido, demoledores: "Veréis llanuras bélicas y páramos de asceta / –no fue por estos campos el bíblico jardín– / son tierras para el águila, un trozo de planeta / por donde cruza errante la sombra de Caín". Una idea ésta, en la que insiste: "Pobres campos solitarios / sin caminos ni posadas, / ¡oh pobres campos malditos, / pobres campos de mi patria". No obstante, por debajo de esta descripción doliente, apunta aún la esperanza: "¡Gentes del alto llano numantino / que a Dios guardáis como cristianas viejas, / que el sol de España os llene / de alegría, de luz y de riqueza". Un augurio que podía hacerse realidad, pues "otra España nace / la España del cincel y de la maza, / con esa eterna juventud que se hace / del pasado macizo de la raza".

Ha pasado un siglo. ¿Qué hemos hecho? ¿Cómo estamos? Hay que destacar, de entrada, que se han cumplido con creces los peores augurios: hemos librado una guerra fratricida y atroz durante 3 años, y hemos estado sometidos durante 43 a dos dictaduras: una primera edición, de 7 años, bajo el general Primo de Rivera, y otra segunda –corregida y aumentada–, de 36 años, bajo el general Franco. Total: 46 años, casi medio siglo. El resto del tiempo ha estado presidido por dos Restauraciones: la primera, con don Alfonso XIII, y la segunda, con don Juan Carlos I. Y no puede negarse que, dejando al margen los años terribles en los que prevaleció el delirio cainita, el progreso material de España y de los españoles ha sido espectacular, fruto de su esfuerzo en una época de general bonanza. Pero no puede decirse lo mismo respecto a sus virtudes cívicas, que no sólo no se han fortalecido, sino que parecen haberse desvanecido, pues retornan inquietantes, a estas alturas de la segunda Restauración, los mismos vicios que dieron al traste con la primera: el sectarismo cerril y garbancero, el corporativismo cerrado y egoísta, y la corrupción rampante y demoledora.

Hace una semanas, en el transcurso de una mesa redonda, le oí decir con acierto a un empresario –Ferran Rodés– que uno de los más graves impedimentos para el progreso económico de España era su falta de cohesión social interna, a diferencia –por ejemplo– de la que existe en Francia. Una falta de cohesión que Ortega definió como la ausencia de un proyecto común que, al faltar, hace que España sea frágil y falta de vida, y que carezca de aquella "elasticidad social" que permite a los distintos grupos sociales cooperar por encima de sus intereses particulares. Una falta de cohesión que viene de muy atrás y que, lejos de amenguar, parece redoblarse cada día con el tono "agrio, violento y chabacano" que también denunciaba Ortega, cuando se refería al sustrato "histérico" del carácter español, que se muestra en "el chulismo, el flamenquismo, la bravuconería, la exageración y el retruécano", bravatas todas que encubren inseguridad y debilidad, a derecha e izquierda. ¿Tendrá salida esta situación de profundísima atonía moral? Seguro que sí: la naturaleza es cíclica. Pero este ciclo va para largo, y el escenario que aparecerá cuando concluya no tendrá nada que ver con el que acabamos de dejar. Ojalá hayan aprendido la lección quienes lo vean. Pido por favor que nadie piense que  porque soy de donde soy quiero ser partidista. No, no es esto, quiero ver las cosas con claridad, igual que me gustaria que los demás también las viean igual. 
Tomo de nuevo Campos de Castilla. Leo: "Nuestro español bosteza. / ¿Es hambre? ¿Sueño? ¿Hastío? / Doctor, ¿tendrá el estómago vacío? / El vacío es más bien en la cabeza".  
Cierro el libro.

11 comentaris:

Eastriver ha dit...

Josep, que entrada más bien trabada y cómo he disfrutado. Comparar lo escrito cien años atrás con la realidad presente genera varias cosas: en ocasiones desazón, pues los sueños no se cumplieron. Otras, confirmación de que sí se cumplieron los más aciagos presentimientos. Supongo que, como en todo, es necesario hacer un ejercicio de distanciamiento que nos permita verlo todo en su justa medida.

Pero el caso de Don Antonio la cosa se tiñe de gran gravedad, porque él mismo murió huyendo y porque su cuerpo sigue en Francia (bé, nosaltres sabem que segueix a Catalunya però n'hi ha molts que no ho saben). Y porque su diagnóstico atroz, el peor, se ha confirmado con creces. Sí, hemos mejorado en muchas cosas: sanidad, cultura... pero queda tanto por hacer que uno sospecha que el mal es endémico.

Molt bona entrada. I jo sempre em pregunto: per què serà que Machado ens cau tan bé als catalans? Potser perquè sospitem que ell sí va entendre moltes coses, i també perquè va ser víctima de la mateixa Espanya de la que en som víctimes nosaltres...

Tot Barcelona ha dit...

Hace tiempo que no lo he releeído ¡¡¡ gracias ¡¡ salut

Antonio ha dit...

Excelentes versos esos últimos del español que bosteza, tan cargados de razón.
Un abrazo

Anònim ha dit...

Llegar a tu blog Josep, es detener el tiempo y olvidarse de las horas, es estremecer los sentidos y dejarse llevar por tus excelentes post, y como no podía ser menos, llegué hoy, y aquí me quedé hasta que leí esta magnífica presentación que nos compartes hoy.

genetticca ha dit...

Una excelent entrada que detecta, ni mes ni menys, l'antiga angoixa d'un poeta que si be ell es mort, la seva angoixa encara viu. I no tant sols viu, si no, que es manifesta als nparanys que ells descriu, l'Espanya famélica, no sols de pa, tambe de cultura i de saviesa.
Desgraciadament Josep, els cicles son concentrics, res no sembla trencar aquesta rodona que gira sense bifurcar-se.
Machado, no tant sols era un poeta, era un patidor del esser, un homa alimentat per la crudesa de la realitat. Els seus ánims, en acabar un epitafí, sempre donaben a entendra que no ho tenía gens clar, a pesar d'optimizar-se.

Ja veurem com ensortim d'aquesta malifeta del propis gobernadors, no sabem triar ni tenim prou criteri per distingir. M'ha agradat mol la teva exposició, arriba alla ha on tu desitjaves.

Un peto

Josep ha dit...

Yo creo que Si Ramon, para nosotros Machado es un poco nuestro porque él entendia que aquella España no era la suya.
Pienso, como dices tu mismo que el formaba parte de esta España que no nos queria.

Gràcies amic.

Josep ha dit...

Miquel, cuando te sobre el tiempo ( que contigo lo veo dificil) vuelve a tomarlo porque realmente vale la pena.

Salut.

Josep ha dit...

Antonio, de veras que no es por molestar a nadie, pero no crees que aun hay personas que bostezan...

Un abrazo.

Josep ha dit...

Fugaz, tu siempre tan amable. Te agradezco como siempre que pases por aquí.

Moltes gràcies.

Un petó per tots!!

Josep ha dit...

Genétticca. Serà pel motiu que expliques que em sento tan identificat amb aquest gran poeta?.
Per la situació actual, potser si que es tracta d'un cicle, però com podem explicar a una família que forma part d'aquesta situació tot això ...,

Moltes gràcies per tot.

Un petó.

Carmela ha dit...

Hola Josep.
"La vida española me parece criminal, un estado de iniquidad sin nobleza, sin grandeza, sin dignidad".

Qué fuerte y cuánta vigencia!
Una de las dos Españas sigue " helando el corazón".
Tienes razón:Se han cumplido los peores augurios.
La "corrupción rampante y demoledora" parece una onda expansiva.Está instalada en múltiples ámbitos de todas las latitudes.
Y aquí es dónde surge el cuestionamiento del bostezo:¿Tendrá algo que ver el tema de la " indiferencia"? Será casual "el vacío en la cabeza"?Tal vez el objetivo del sistema era y es : descerebrar.
Excelente post.
Un abrazo!
"Dejadme la esperanza !"- decía Miguel.

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