Cercar en aquest blog

diumenge, 17 de juliol del 2011

"la casita blanca"



El pasado domingo, se estrenó en TV3 Meublé (La Casita Blanca)  . La casa de citas más conocida de Barcelona. Saltó a la pantalla  una comedia dramática justo antes de que el edificio haya sido derribado.
Representa un lugar emblemático de Barcelona que desapareció definitivamente hace unos meses. El hilo argumental se centra en seis historias que ocurren dentro del local, hablando de las relaciones entre personas y sus obsesiones, inseguridades y amores prohibidos.
El escenario: cuarenta y tres habitaciones secretas que han alojado durante años a cientos de parejas, aportaron a esta comedia dramática una atmósfera única.
Ver pelicula TV3 [mayores 18 años] http://www.tv3.cat/videos/3614470/Meuble-La-Casita-Blanca

video El Periodico [cierre La Casita Blanca]

En la embocadura del siglo XX empezó su historia en el mismo lugar (calle Bolívar, 2-4), aunque como una simple y más bien improvisada marisquería; en la planta noble se daba de comer para chuparse los dedos y en el piso superior alquilaban habitaciones para que los comensales que lo desearan pudieran echar, digamos, una siesta y lo que se terciara. El negocio se reveló tan efectivo que, en 1912, lo compró Sendra, de Vilafranca del Penedès. Y siempre ha permanecido en manos de esta familia, aunque no siempre en sucesión directa. En los últimos años la propietaria ha sido la viuda de Jordi Sendra.
En aquel entonces fue cuando decidió el nuevo dueño poner en pie una casa como está mandado, que es la que nos ha llegado; el Ayuntamiento de Barcelona, que recién la ha expropiado, la derribará por razones urbanísticas. En el terrado se ponían a secar los juegos de cama, y se hacía de forma muy ostensible. De ahí el origen del nombre popular: la Casita Blanca.


 Buena publicidad, la mejor, ya que en aquel entonces la pulcritud y la limpieza constituían el mejor reclamo, pues los contagios eran plaga temida.
La otra característica de este meublé, el decano de Barcelona y sin duda de España, fue que el cliente tuviera la certeza del anonimato. Así pues, hubo que ingeniar una secuencia de estratagemas para que la arribada, incluso en coche, fuera poco menos que secreta: desde el semáforo en la puerta, hasta la ocultación del vehículo. Y luego, un laberinto, con juegos de puertas estratégicas que hacían imposible ser visto ni topar con nadie. El servicio era muy profesional: requería algo más de un año de aprendizaje, pues no se podía tolerar el menor fallo.


Consideraron que estos aspectos, como un panel con los resultados de fútbol, los tres botones en la mesilla para pedir servicio (el rojo C, para el camarero; el verde S, para salir a pie; el amarillo T, para el taxi) y otros detalles nada nimios, eran más esenciales que otros. Incluso obviaron el exotismo ornamental (estilo africano, oriental y demás, tan característicos en burdeles de todo el mundo), al preferir un ambiente cálido y lujoso, en el que mandaban con autoridad la madera noble y el rojo; el decorador de las 43 habitaciones era cuñado del propietario.
No se aceptaba ninguna combinación que no fuera la pareja tradicional, de 23 años cumplidos. Tanta discreción, que ni siquiera desmentían historias inventadas, explica que propiciara alguna que otra leyenda. Verbigracia el asalto a mano armada del maqui Quico Sabaté. Falso. Sí hubo un intento frustrado hace doce años para robar la recaudación del día.
El día de los Santos Inocentes de 1971 el juez Andrés de Castro ordenó su clausura, dentro de una magna operación contra la prostitución organizada, que provocó el cierre de unos sesenta meublés. Se encontró metida injustamente la Casita en el mismo saco. La reapertura tuvo efecto seis años después, también en fecha señalada: el 23 F. Publicaron algunos anuncios en la prensa: “De nuevo a su servicio. Casita Blanca”. ¡Uf!
Una cancioncilla de Serrat(ver video) y el documental de Carles Balagué contribuyeron a cimentar la popularidad que a pulso se había ganado el meublé por antonomasia. Con ocasión de los Juegos, en aquel mítico terrado para las sábanas, ondeaba la bandera catalana: todo un detalle. Tras un siglo de contribuir a la felicidad de la pareja, que no es cosa baladí, bien merecido tiene este epitafio: “A la Casita Blanca: gracias por los servicios prestados”.


9 comentaris:

Tot Barcelona ha dit...

Un jeroglífico intrincado en donde siempre encontrabas la salida sin ser visto....

Hada Isol ♥ ha dit...

A mi no me gusta cuando derriban historia,y aunque se trate de la historia de un lugar para amores furtivos,pues era parte del popular de allá,si hasta Serrat le dedicó canción! no lo sé prefiero la historia al crecimiento y la modernidad.La más vieja de aquí se llama el Ovni,la de vuelos interestelares que se habarn hecho allí y que se siguen haciendo !

Hada Isol ♥ ha dit...

Debe ser una una comedia muy buena,pueden abordar muchos temas,te mando un abrazo grande!

Josep ha dit...

Miquel. Cuentan las leyendas negras que en este local se ha visto pasar por allí a más de un político conocido. A mi me hubiese gustado ver estos laberintos.
Una abraçada.

Josep ha dit...

Hola Isabel.Pienso que és triste, muy triste que tiren la casita blanca y a sus 18 trabajadores y que nadie, nadie en esta ciudad de la cara por la história sin importar que sea un meuble, a mi no me importa! Me importa y me entristece la falsedad y el que solo pensémos en el que dirán.
Un beso

Josep ha dit...

Isabel, si te refieres a la pagína web de TV3, creo que no es una serie, solo fue una película. A mi me gustó muchisimo. Es la historia (en el "Meublé"), de cinco parejas que coinciden en un mismo momento en las habitaciones secretas de la desaparecida Casita Blanca para vivir un paréntesis de libertad políticamente incorrecto, mostrándonos sus inseguridades, obsesiones y necesidades.
Un beso

Abuela Ciber ha dit...

Estupendo como lo has explicado todo.
Me sonrio ante la hipocresia de la gente.

Cariños mil

PD: hace años en Argentina se filmo La cigarra no es un bicho, respecto a una casa similar.

Mª Trinidad Vilchez ha dit...

Muy bonito el post, muy fino y fuí al cine a ver La casita Blanca, y me pareció un documental sobre ese sitio fantástico.
Si las paredes hablesen...
Saludos MT

Josep ha dit...

Si las paredes hablesen...Es cierto Trinidad. Parece ser que durante unos dias dejaron verlo antes de su derribo. A mi si que me hubiese gustado.
Una abraçada.

Trampa de foc (I) de Núria Martí Constans

     Els primers anys del segle XX van ser anys d’avenços, creixement i revolució.   En aquell món dinàmic, les dones hi van tenir un paper ...