ave del año 2010.

En España se designa cuco  a lo que en otros lugares de Latinoamérica se conoce como el viejo de la bolsa o el come niños. Palabra  imprecisa —pero eficaz— pues es el terror de la infancia con el que se nos amenaza cada vez que desobedecemos.
Cuco (cuculus canorus) es también ese pájaro de Europa Central que parasita en los nidos de otras aves y que los ornitólogos checos —debido a que la especie sufre una rápida disminución cuyas causas se ignoran— declararon como ave del año 2010.
También existe una antigua película :Alguien voló sobre el nido del cuco, que no se muy bien a que viene este nombre, porque los entendidos dicen que el cuco no tiene nido.
Hace poco leí  alguna cosa de un señor de la derecha española, es el señor Feijoó, y dada su trayectoria se me ocurre relacionarlo con el cuco que volando sobre el nido de Galicia puso allí su huevo, para que otros lo incubaran. El cuco común (cuculus canorus) canta, engaña y explota a los demás, como buen parásito. Se rodea de otros amigos, como el críalo (clamator glandarius), que tiene las mismas costumbres,de esta forma echan la culpa de todo lo malo a las otras especies de aves, pero depositan los huevos en sus nidos para que sus polluelos bastardos vayan exterminando a los legítimos y estresando a los padres obligatoriamente adoptivos, incapaces de saciar la voracidad de esos monstruitos en forma de pájaro. Sin embargo, el cuco engaña a los ingenuos.
 Feijoo, el muy cuco, en plena campaña electoral, con bombo y platillo mediático, firmó y presentó aquel "compromiso con los ciudadanos gallegos", en el que, tras achacar a Touriño la falta de iniciativas de empleo, prometió "combatir el paro como máxima prioridad del Gobierno y recuperar la senda de la creación de empleo". Antes de Feijoo, Galicia se aproximaba a la convergencia con la media de crecimiento española. Un año después, el cuco sigue cantando y engatusando, pero Galicia se aleja más y más de dicha convergencia y pierde empleo más deprisa que la media española. No importa, el cuco sigue su instinto de parásito, echa la culpa al Presidente  Zapatero, que es quien, al parecer, debe alimentar a los polluelos que él y los suyos han puesto en los nidos de otros. Mientras, el muy cuco se dedica a recortar servicios sociales: menos libros de texto gratuitos, menos profesores, menos dinero para las universidades, menos atención sanitaria pública, etcétera, etcétera.
 Lo de hacerse pasar por un enfermo mental le funcionó a Jack Nicholson en el manicomio de "Alguien voló sobre el nido del cuco" hasta que Louise Fletcher, la enfermera, descubrió sus engaños; lo malo es que la cosa terminó en tragedia. En la película , claro.

Ahora con vuestro permiso voy a visitar a los cucos que tengo por mi casa.