rojo y negro [tele 5]

MI IGNORANCIA SOBRE ESTOS TEMAS ME LLEVÓ A CREER QUE POR EL SOLO HECHO DE ENTREGARSE A LA JUSTICIA POR ASESINATO, YA ERA MOTIVO PARA JUZGARLO.

NO ES ASÍ. PRIMERO TIENEN QUE ENCONTRAR PRUEBAS. EN ESTE CASO A LA DULCE MARTA.

INMEDIATAMENTE, PIENSO QUE LAS TELEVISIONES DE SIEMPRE VAN A SACAR PROVECHO DE TODO ESTO.

VEREMOS DE TODO, Y EN TODOS LOS SITIOS. DOCENAS DE VECES NOS PASARÁN LAS MISMAS FOTOS. PAGARAN CANTIDADES DE DINERO PARA SACAR LOS OJOS A QUIEN HAGA FALTA.

¡QUE ASCO¡. POR DESGRACIA CREO QUE NO ESTOY MUY LEJOS DE ESTA ASQUEROSA REALIDAD.




Arrasó en la madrugada de ayer Nacho Abad con su Rojo y negro (T-5) sobre el asesinato de la joven Marta del Castillo. ¡Ah!, el tratamiento informativo de un suceso tan reciente, con tan espeluznantes implicaciones de criaturas adolescentes, adquiere siempre en la tele una dimensión tremenda. La tele siempre acaba arañando por más que pretenda acariciar solamente. Y dentro de este clima en el que lo informativo se suele fundir con el morbo, señalemos la gran perversión de la noche: convocar e introducir en el plató a Rocío, la hasta ahora novia de Miguel, el presunto asesino de Marta. Esta muchacha, menor de edad, fue entrevistada cara a cara por Nacho Abad. Le fue preguntando: "¿Tú sabes que has estado enamorada de un asesino? /... / Mírame a los ojos. ¿Te ha pegado alguna vez? /... / ¿Te ha insultado?", y mientras la niña intentaba ir contestando, en casa nos invadió la impresión de que aquello no era una entrevista, sino un interrogatorio. No fuimos los únicos que tuvimos esa certeza: el acreditado psicólogo Javier Urra, presente también en el plató, tuvo que intervenir advirtiendo a Abad: "Cuidado, Rocío es una niña de 14 años. Hay que tener mucho cuidado con lo que dice, y con lo que le preguntas. Aunque esté con su madre, es una menor". Efectivamente. Una menor de 14 años llevada a un plató de televisión para ser entrevistada a cara descubierta, y para que hable, comente, perfile, y ayude a hacer el caldo sobre la personalidad del presunto asesino. Hombre, como ejercicio de perversión merece premio. Sin ni asomo de respeto a las más elementales normas de protección al menor, esta muchacha, Rocío, de 14 años de edad, ha sido lanzada al ruedo, interrogada, enfocada de frente y de perfil, de izquierda a derecha, desde arriba y desde abajo, y la satisfacción de la cadena y del programa ha sido inmensa, porque han conseguido un notable éxito de audiencia. La presencia de su madre, a su lado, no salva, en absoluto, la perversión televisiva; no obstante, sí plantea un debate paralelo acerca de la irresponsabilidad de los padres que, en lugar de proteger a sus hijos menores a su cargo, los impulsan y hasta acompañan hacia el circo de la tele, en una delirante carrera hacia la versión más escalofriante y sin escrúpulos de un star system antropófago.

Ferran Monegal