mi disfraz

Mirad:

Yo quería hacer una carta, como si yo fuese un emigrante, y se la mandase a mi madre , pero no he podido.

¡Ya vereis!

Un día un emigrante deambulaba por las calles de este pueblo, buscando un cajero abierto o un banco en la acera resguardado bajo una especie de porche que hay al lado de casa para pasar la noche. Caminaba, arrastrando unas bolsas de plástico en las que supongo cabían todas las pertenencias que tenía en la vida: una camisa vieja, un abrigo desgastado y mantas para abrigar el cuerpo debajo de los cartones. Eso es todo. Hablaba en una lengua del África que un día abandonó para buscar la tierra prometida, que no existe para él. La soledad le hacia más doloroso el cansancio y el recuerdo de su familia y de las miserias padecidas en su corta vida –era muy joven–, el recuerdo de las humillaciones a que nosotros –tan católicos, tan solidarios, tan de izquierdas– los sometemos. Y al acordarme de él y de sus ojos suplicantes y de su andar derrotado no he podido escribir esa carta. Porque yo no sé que le diría a mi madre si estuviese solo y pobre en un lugar en el que sus gentes me desprecian mientras andan preocupadísimos porque matan a gatos en un solar abandonado. Si tuviese que dormir en la calle, si no pudiera mandar un poco dinero para que a mi hijo o a mi padre anciano no le faltara un vaso de leche. Yo no sé si las lágrimas me dejarían contar esas miserias y mis dolores y mis añoranzas y mi rabia por haber nacido pobre. Por eso no he podido escribir ese artículo que creía me saldría tan chulo, por eso al final ha salido esto tan mal escrito, tan sin esperanza como los ojos de aquel emigrante.

Solo aceptó lo que creo me pidió: Comida. Esto si, con el gesto universal de pedir comida.

Un señor (amigo íntimo de Pere Casaldàliga) tan buena persona como El Obispo de los pobres,

- y claro , mal visto por el Vaticano - se lo llevó con él.

Ya no lo he visto mas.

Lo siento, pero hoy me dan asco este mundo y este artículo.

Esto es un hecho real

YO TAMBIÉN ME DISFRAZARÉ DE EMIGRANTE.

A ver si las autoridades de inmigración de varios países se dan por enteradas.