el mal

La heroicidad del mal
El mal, para el totalitarismo islamista, puede ser heroico, como lo era para el nazismo

Pilar Rahola 22/07/2008
Eran cuatro. Tomaron un bote desde Líbano y entraron en una casa de Naharia, en la calle Jabotinsky. Después de matar al policía Eliyahu Shahar, secuestraron a Danny Haran, de 31 años, y a su hija Einat, de cuatro. La mujer de Danny, Smadar, consiguió esconderse con su hijo Yael, de dos años. Fue él mismo, Samir Kuntar quién ejecutó al padre ante su propia hija, y después aplastó el cráneo de la niña a culatazos, la arrastró hasta la playa y la remató con sus propios pies.

Cuando lo detuvieron, tenía restos de cerebro de la pequeña en su ropa. En la refriega, también murió otro niño. Durante los años que ha estado en una cárcel israelí, se ha casado, su mujer ha recibido subvenciones como mujer de prisionero, y se ha graduado en ciencias políticas en la Open University de Israel. Nunca se ha arrepentido de ser uno de los criminales más desalmados que ha sufrido Israel, en su larga lista de atentados, y, a pesar de ello, Israel lo ha retornado a Líbano para poder recibir los cadáveres de sus dos soldados. Decía el propio Kuntar, en la televisión libanesa, que "envidiaba" el tesón que tiene Israel por recuperar a los suyos, incluso muertos.

La operación se desarrolló en un momento muy delicado de la historia de Líbano,cuando el ejército de Israel operaba continuamente en el país del norte.

Kundar,de religión drusa,era a sus dieciseis años un soñador que se identificaba con la lucha palestina.y no era musulman,era Druso,otra religión.La Historia siempre la narran los victoriosos,en este caso es igual ,este es un caso más.


La historia de este asesino, convertido hoy en héroe en las calles de la Beirut, me sugiere una dolorosa reflexión.

La primera, sobre la heroicidad del mal. Hannah Arendt descubrió, cuando asistió como enviada del New Yorker,al juicio contra Adolf Eichmann en Jerusalén, que el mal en mayúsculas podía encarnarse en la mediocre y banal figura de un tipo débil y asustado, que cumplía las órdenes de enviar a millones de personas a la muerte.

Por lo visto cualquier horror cometido por gentes que solo pretenden sus culturas se convierte para algunos en virtud,en aras de la mala conciencia por los daños infringidos a los de otros pensamientos.Este es nuestro mundo cruel,este que no se horroriza de los crímenes celebrados con fiestas,a las que se invita a los niños a participar.hay que estar muy ciego para no ver el peligro del totalitarismo.

No se si las mentes de Adolf Eichman y las de Samir Kundar,pueden guardar alguna relación en el tiempo y en el lugar.Pienso que quizá guarden la relación en que estas personas jamás se arrepienten de sus hechos.no lo se .Y cada vez es mayor mi interés en conocer la mente de esta infinidad de personajes.

ESTE ES UN ESCRITO DE PILAR RAHOLA,DONDE YO HE MEZCLADO MI PEQUEÑO PUNTO DE VISTA CON LAS PREGUNTAS QUE YA HABEIS VISTO.